Rodillos de Transferencia de Calor y Efectos de la Temperatura

En el diseño de rodillos de transferencia de calor, el objetivo principal es sencillo: transferir calor de la banda al rodillo o del rodillo a la banda. Estos rodillos, que operan bajo los principios de la primera ley de la termodinámica, dependen de una diferencia de temperatura para la transferencia de calor y desempeñan un papel crucial en diversas aplicaciones dentro del proceso de conversión de bandas.

Existen diversos diseños de rodillos de transferencia de calor, entre ellos, los de construcción de doble carcasa, que incorporan cámaras de flujo internas especializadas y, en ocasiones, acabados específicos. La adquisición de estos rodillos a menudo implica una inversión considerable, por lo que es fundamental un mantenimiento adecuado para asegurar un rendimiento óptimo a lo largo de su vida útil. A continuación, se presentan algunas tácticas recomendadas para reducir el riesgo de disminución del rendimiento de transferencia de calor y la necesidad de reparaciones o reemplazos:

  1. Uso de Líquidos Adecuados
  2. Limpieza y Lavado Periódicos
  3. Utilización de Inhibidores de Óxido
  4. Mejores Prácticas para el Almacenamiento

Si su rodillo de transferencia de calor utiliza aceite térmico, es crucial seguir las directrices del fabricante del aceite. Las soluciones acuosas pueden perjudicar el rendimiento, ya que los sólidos suspendidos, el pH del agua y los componentes orgánicos pueden recubrir u obstruir los canales internos de fluidos del rodillo, incluso provocando óxido en las superficies internas. Para obtener mejores resultados con agua, se recomienda usar una mezcla de 25 a 50 % de etilenglicol con inhibidores de óxido en agua limpia.

El mantenimiento de rodillos de transferencia de calor que utilizan soluciones acuosas requiere lavados periódicos para minimizar la acumulación de sarro mineral. La formación de sarro, óxido y materia en suspensión puede limitar el flujo de fluido, por lo que es esencial seguir un programa de limpieza basado en las condiciones del agua o del fluido utilizado:

  • En áreas con agua dura, los rodillos deben limpiarse cada 6 a 9 meses.
  • En sistemas de circuito cerrado o mezclas de 50-50 de agua y etilenglicol, la limpieza debe realizarse cada 12 a 18 meses.

El lavado de rodillos generalmente se realiza mediante un método de bombeo, donde la solución de limpieza se prepara en un tambor y se hace circular a través del rodillo. Se recomienda seguir las instrucciones del fabricante de la solución de limpieza y no utilizar la misma solución en más de un rodillo a la vez, a menos que se emplee un filtro entre cada lavado para eliminar los sólidos o depósitos de sarro. Las soluciones ácidas son comúnmente utilizadas como agentes de limpieza efectivos para los rodillos de transferencia de calor, sin dañar las piezas internas ni las superficies.

La segunda parte de “Cómo Mantener Sus Rodillos de Transferencia de Calor” profundizará en la importancia de los inhibidores de óxido y las mejores prácticas para el almacenamiento de sus rodillos de transferencia de calor.

¿Qué líquidos son recomendables para los rodillos de transferencia de calor?
Es recomendable utilizar una mezcla de 25 a 50 % de etilenglicol con inhibidores de óxido en agua limpia, en lugar de soluciones acuosas puras, para evitar la obstrucción y el óxido.

¿Con qué frecuencia se deben limpiar los rodillos de transferencia de calor?
Los rodillos deben limpiarse cada 6 a 9 meses en áreas con agua dura y cada 12 a 18 meses en sistemas de circuito cerrado o con mezclas de etilenglicol y agua.

¿Qué soluciones de limpieza son más efectivas para los rodillos de transferencia de calor?
Las soluciones ácidas son generalmente eficaces y no dañan las partes internas ni las superficies de los rodillos de transferencia de calor fabricados con acero al carbono.

¿Por qué es importante el uso de inhibidores de óxido?
Los inhibidores de óxido previenen la corrosión interna, lo cual es crucial para mantener el rendimiento y la longevidad de los rodillos de transferencia de calor.

¿Cuáles son las mejores prácticas para el almacenamiento de rodillos de transferencia de calor?
Almacenar los rodillos en un ambiente limpio y seco, lejos de materiales corrosivos, y seguir las recomendaciones del fabricante para evitar daños y mantener el rendimiento.



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